La lectura de “la aventura de se maestro” de José E. Esteve, me hizo recordar con nostalgia mis primeros años como maestro en el COBAY de Teabo Yucatán. Mi aventura empezó de la siguiente manera: En primera instancia me tuve que transportar al pasado, es decir, al 15 de Noviembre de 1994. Me levante a las 4:30 AM para poder ir al paradero y ver con quien viajaba hasta la población de Maní Yucatán, para llegar ahí aproximadamente a las 6:00 AM. Si tenía suerte alcanzaba el camión que llegaba a Teabo aproximadamente a las 6:55 AM, y sino lo alcanzaba esperaba nuevamente para ver con quien viajar hasta Teabo.
Para ese entonces tenia 23 años y me fui acostumbrando a esa forma de llegar a mi centro de trabajo, no voy a negar que a veces llegaba unos minutos tardes y que era un poco angustiante. Afortunadamente en esa época el COBAY estaba atrás del palacio municipal específicamente en el local de la misión cultural.
El primer día de clases era una emoción muy bonita, todos los chavos cuando me vieron llegar comentaban algo entre ellos, a lo mejor como comenta José Esteve, pensaron que me iban a llevar al baile. Como comentario particular les puedo decir que apenas en Octubre de 1994 se fundo ese colegio de bachilleres plantel Teabo, y se podría decir que soy maestro fundador, porque el primer maestro no aguanto los viajes, el sueldo muy bajo y tampoco a los alumnos.
A las 7:00 AM del 15 de Noviembre de 1994, el director del plantel C.P Josué Chuc Moó, me presento ante el único grupo del plantel un grupo de 60 jóvenes con diferentes formas de pensar, de vestir y sobre todo de edades muy variadas, habían de 14, 15, 16, 17, 18, 20 y hasta uno de 35 años, que si se dan cuenta era mayor que yo.
Lo primero que hice fue presentarme y tratando de mostrar seguridad en mis palabras, pero la realidad es que estaba muy nervioso y sudando mucho. Empecé comentándoles los temas que vamos a tratar en lo que quedaba del semestre, la forma de calificar y como había un poco de relajo hablamos de disciplina, ese punto a la mayoría no les gusto porque con los otros maestros hacían lo que querían en sus clases. Desde ese momento estos alumnos me vieron como el maestro malo de la escuela, y a otros le pareció que era necesario poder orden para poder entendernos. Les costo mucho trabajo no meter relajo en mis clases, pero después de dos semestres, entendieron que solo así se podían aprovechar las clases de matemáticas.
Alguna vez a dos chavos los saque del salón por indisciplinados y uno de ellos se molesto tanto que me quería buscar pleito fuera del salón. Pero el director hablo con el y yo también, se tranquilizó y desde ese día no tuve ningún problema con nadie.
En cuanto al aprovechamiento des pues de la primera unidad, tuve muchos reprobados, lo platique con los muchachos y algunos dijeron que no estudiaron para el examen, otros que no me entendieron bien. Esta situación me preocupo mucho y tuve que cambiar mi estrategia de clases, es decir, los hice mas participes en la clase, no simplemente que yo explicará, ellos escuchen y que escribieran.
Todos los que empezamos este camino de ser maestros, al principio de nuestra carrera cometimos el error de solo enseñar. Me refiero a que pocas veces o ninguna vez nos preguntábamos si el alumno estaba aprendiendo, dábamos por un hecho que todo lo que se explicaba, todos lo entendían. Se puede decir que fuimos trasmisores de conocimientos y no facilitadores del conocimiento, porque lo que hacíamos en nuestras clases es imitar a nuestros maestros de preparatoria o de la licenciatura.
Son muchas las situaciones que vivimos durante nuestros primeros años de labor docente. Todos hemos aplicado en nuestros primeros años el clásico ensayo-error, pero eso se traduce en experiencia a pesar de no ser maestros de profesión, es decir, con el paso del tiempo hemos encontrado nuestra identidad docente sin pensarlo, y eso no lo enseñan en las escuelas de nivel superior.
El proceso de actualización siempre debe ser continuo, como ahora que estamos estudiando esta especialización, como ya comenté en mi tarea del andamio, este curso es para los docentes pero pensando en los alumnos. Siempre he pensado que la actualización es la clave para dejar huellas imborrables en nuestros alumnos, pero me refiero a cosas positivas, porque siempre vamos a tener algo nuevo o novedoso para platicar con ellos.
Para terminar, suena ya muy trillada esta frase, pero es muy sincera, estoy muy orgulloso de ser ingeniero mecánico, tener una maestría en ciencias naturales y un diplomado en actualización matemática, pero lo estoy más de ser profesor de educación media superior y en específico del colegio de bachilleres del estado de Yucatán. La razón es muy sencilla me ha dado la oportunidad de formar jóvenes profesionistas durante ya casi 15 años, pero sobre todo haber formado seres humanos con valores positivos que son los que forman nuestra sociedad.
domingo, 11 de octubre de 2009
Mi aventura de ser maestro
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maestro, le faltó mencionar que ayudó a una señorita que estudio en el cobay tekit, que sin su ayuda no lo huebiera logrado, mil felicidades por su trayectoria, y espero que siga asi.
ResponderEliminarsaludos